Las personas que sufren de insomnio ven cómo se altera su memoria, cambia su humor y su rendimiento disminuye.
Los afectados por el insomnio son conscientes de los problemas que
provoca no conciliar bien el sueño: alteraciones en la memoria, cansancio,
fatiga, mal humor… Dormir bien es imprescindible para tener un buen día, por lo
que los insomnes tienen dificultades añadidas para mantenerse al 100% en su
vida diaria.
Una investigación publicada por científicos del Hospital
Johns Hopkins demostró
diferencias en el cerebro entre las personas que dormían bien y las que
padecían insomnio. En particular, aquellos individuos que tienen dificultades
para conciliar el sueño presentaban una mayor neuroplasticidad y actividad en
la corteza motora, la parte del cerebro encargada de controlar nuestros
movimientos.
La memoria es una de las funciones cognitivas más afectadas por la
falta de sueño. Un estudio, publicado en la revista Sleep,
demostró que la capacidad memorística de las personas insomnes se veía
claramente perjudicada. La actividad neuronal implicada, por ejemplo, en
modular la actividad cerebral de determinadas regiones de la mente y
seleccionar lo que era importante de lo que no, se ve seriamente comprometida
ante la falta de sueño.